TÉRMINO

Desordenado

TÉRMINOS RELACIONADOS

ÍNDICE TEMÁTICO

Costumbres y moral Emociones Estereotipos y prejuicios Exclusión, segregación y estigmatización Mujer Prácticas intergrupales aceptadas (ortodoxia) Vínculos y lazos sociales

CITAS

(en las que aparece)

OBRAS

(en las que aparece)

La tercera causa que impide la conversión de algunos judíos es el amor desordenado

CITA TEXTUAL

“Tercia causa que impedit conversionem aliquorum iudeorum est inordinatus amor ad uxores et filios et parentes” (p.167)

TRADUCCIÓN DE LA CITA

“La tercera causa que impide la conversión de algunos judíos es el amor desordenado hacia sus esposas e hijos y padres.” (p.185)

COMENTARIOS A LA CITA

La consideración XII del Libro III del Fortalitium Fidei de Alonso de Espina intenta demostrar que los judíos se convertirán al final de los tiempos, a pesar de su obstinación, se añade. En esta consideración se abordan 8 puntos: 1) por qué los judíos no se convierten al cristianismo; 2) cómo se debe recibir a los que sí se convierten; 3) qué requisitos se les deben poder; 4) si los judíos deben ser obligados a convertirse; 5) la pena para los judíos judaizantes; 6) la adhesión de los judíos al final de los tiempos del Anticristo; 7) el descubrimiento de que el Anticristo los ha engañado; y 8) la conversión final de los judíos a la verdadera fe y las señales del advenimiento del Anticristo. Esta cita se hace en el primer punto tratado: por qué no se convierten al cristianismo. Espina da 4 razones para ello: 1) porque sus rabinos les explican muy bien las cuestiones de las causas civiles y criminales y los preceptos de la Ley, pero muy mal lo que denomina los “relatos de la Ley” (istoriarum legis) o Aggador o Midrás que están dispersos por el Talmud y los mantienen en la ignorancia; 2) porque los rabinos no comparan correctamente las profecías, glosas, traducciones y las Escrituras y otros textos; 3) por el amor que los judíos tienen a la familia y 4) por su crianza y costumbres. El argumento aquí es que los judíos no quieren decepcionar o entristecer a quienes les quieren y se sienten obligados por la familia. Espina dice que para ser buen cristiano hay que estar dispuesto a romper con la familia, pues el amor de Dios es superior al amor de los parientes. El razonamiento introduce en la historia 2 descripciones que dan pie a prejuicios y mitificaciones de lo judío. La primera es que un sabio judío que se quería convertir le propone que le diga a su padre que está preso y en peligro de muerte y que para salvar su vida tiene que convertirse. El fraile le afea sus mentiras para ingresar en la fe cristiana. La segunda es que tampoco se convierten por su “codicia desordenada de riquezas a través de la usura”. El calificativo de “desordenado” para el amor a la familia tiñe de tonos negativos un elemento que tenía una connotación positiva en la cultura medieval. Sin embargo, el amor, tanto el espiritual como el carnal, podía ser “loco” en la Baja Edad Media, pasional, pero raramente desordenado. El calificativo “desordenado2 para el amor de los judíos lo coloca en el campo semántico del orden y el desorden social. Este enfoque subraya subrepticiamente la idea de la amenaza de los judíos al orden cristiano. La comparación del amor y la codicia, un pecado, acompañada de la idea de riquezas, usura y de riqueas conseguidas sin trabajar agrava la estigmatización de los judíos en la línea de los sermones intimidatorios del franciscanismo observante del siglo XV.

Fortalitium Fidei (Libro 3, Consideración XII)

AUTOR

Espina, Alonso de

FECHA